En la largada, Reutemann apostó por afuera y el potencial de su Dodge le permitió trepar al liderazgo de la carrera, luego de relegar a Otto Fritzler, el puntero del certamen.

La tercera vuelta marcó la aparición de una falla en el Ford de Fritzler, suceso que incomodó su normal desarrollo de la final y que, rápidamente, permitió que Castro Serrano -con el Ford del Azul Sportteam- se le acerque con claras intenciones de sobrepaso.

El auto de seguridad debió ingresar en la séptima vuelta por el abandono de Juan María Nimo, que venía desarrollando una buena actuación a bordo de su Chevrolet.

El relanzamiento fue muy bien aprovechado por Castro Serrano, que en el curvón pudo dar cuenta de Fritzler. Fue tan significativa la falla en la planta impulsora de la unidad que alista el Quilmes Plas Racing, que derivó en un inevitable abandono de su joven piloto, a falta de cuatro vueltas para el final.

Dino Pieraligi, el oriundo de La Pampa, había sabido cómo sortear las diferentes vicisitudes a lo largo de la carrera, pero restando tres giros para el final se despistó y perdió una buena posibilidad de sumar puntos importantes (cuando marchaba quinto).

Esa acción llevó al ingreso de un segundo –y último- auto de seguridad. Reutemann no dejó ningún resquicio posible para que lo sobrepasen en el relanzamiento; respondió con el pie derecho sobre el acelerador y así cosechó su primera victoria en la categoría para quedar a 14,5 unidades del puntero del certamen, que continúa siendo Fritzler.

Iglesias, de destacado y prolijo manejo, fue regular y volvió a sumar un podio (el quinto para él) para afirmarse en el cuarto escalafón del campeonato.