Ortelli, el siete veces campeón, impuso toda su jerarquía y aprovechó un mínimo error de su compañero de equipo, Urcera, para sobrepasarlo en la primera curva y trepar al liderazgo de la prueba.

Esa circunstancia le permitió al nacido en Salto marcar la tendencia desde la punta, neutralizar la diferencia respecto de su inmediato perseguidor y, además, permitir que Emiliano Spataro, a bordo de su Torino, se acerque al pelotón de vanguardia.

En la segunda batería, Ardusso supo cómo defenderse de Pernía en la largada y, después, se escapó solo en el primer lugar para ir búsqueda de la serie más rápida. El actual campeón, Canapino, mostró una pérdida de velocidad en las curvas, un inconveniente que lo retrasó, apenas en la primera vuelta, desde el 4° hasta el 7° escalón.

El nacido en Las Parejas, desde la posición de privilegio, sacó a relucir el potencial de su unidad y le sacó casi dos segundos de diferencia a su escolta: Pernía. En el ingreso a la recta principal, en el último giro, Ledesma pinchó el neumático trasero derecho, continuó con el impulso y con el afán de cruzar la bandera a cuadros se encontró con el Chevrolet de Canapino; ambos entraron en trompo y se vieron involucrados en el choque, además, con Juan Pablo Gianini, lo que los relegó a los dos usuarios de la marca a concluir en las últimas posiciones.

La tercera serie tuvo un duelo atrapante por el tercer puesto, a lo largo de toda la prueba, entre Di Palma (Dodge) y Ruggiero (Torino). El representante del Sprint Racing había partido desde el tercer cajón en la grilla, pero en el primer giro perdió la posición en manos del arrecifeño, quien, finalmente, se adueñó de esa posición.

El desarrollo fue casi un monólogo de Werner, que terminó más de cuatro segundos por delante de Mazzacane, y además se quedó con la batería más rápida.