El piloto de Laboulaye, Ricardo “Caito” Risatti tuvo el mejor fin de semana de su historia reciente en el Turismo Carretera. Con su Chevrolet Camaro Nro. 85, terminó 3ro. y subió al último escalón del podio en lo que a todas luces es una recompensa a su trabajo en pista y a su perseverancia y empeño luego de haber sido uno de los primeros pilotos que puso en pista un auto de nueva generación.
Risatti, es la cuarta generación de una familia que respira automovilismo, su bisabuelo Ricardo Leopoldo Risatti, con un Ford V8, fue Campeón del TC en 1938 luego de ganar el Gran Premio Argentino que, por entonces, se corrió durante 12 días por todo el país. Y allí arrancó la dinastía.
Su abuelo, Ricardo Jesús “Kelo” Risatti, se lució en la década del 60 y siempre sobre un Ford V8, ganó varias carreras en la categoría, en tanto que su padre, Ricardo compitió en la F.3 Sudamericana y en la Copa de las Naciones, su tío Gerardo, además, también corrió en el TC. Hoy es el turno de “Caito”.
Una idea innovadora y la necesidad de un cambio en la categoría, motivó que el menor de los Risatti tomara el desafío de la construcción de un Chevrolet Camaro junto al equipo LDR Racing Team cuando todavía no se tenían los datos técnicos ni la precisión de los elementos para iniciar dicho cometido, pero “Caito” siguió adelante.
Fueron varias carreras a puro aprendizaje y sin bajar los brazos, llegó el momento. Un tercer puesto en una de las carreras más importantes del calendario que impulsa y gratifica.
“Caito” luego de su título de Campeón en la F.3 Europea 2006, comenzó corriendo en el TC en el año 2009 con un Dodge , luego tripuló un Torino para culminar su tarea en la “máxima” con un Ford primero y luego con un Dodge del equipo Di Meglio; regresó el año pasado y esta temporada encaró, desde la primera carrera, el desafío de correr con un Chevrolet Camaro.
En villicum, ganó Santiago Alvarez, por primera vez en el TC, segundo el experimentado Santiago Mangoni y tercero, Ricardo Risatti, todos con Chevrolet, pero para “Caito”, este tercer lugar en la final, luego de 78 carreras en la categoría, será el trampolín que lo conduzca , de la mejor manera, al futuro.