Elio Craparo, el joven piloto de Ford, llegó a Paraná exhibiendo una regularidad envidiable: sin victorias, apenas un podio y sin pole positions, pero manejando un Ford confiable que pronto lo terminaría de erigir como un serio candidato al título.

Y así fue: clasificó 6°, culminó segundo en su serie, y en la final, con una extraordinaria maniobra ganó una final atrapante.

Pero su trabajo también es respaldado por varios bastiones que hoy lo colocan como el nombre propio. El grupo de mecánicos del Hnos. Álvarez Motor Sports, el motorista “Machete” Esteban y el encargado de su auto Pedro Viglietti, que supo ser compañero en el trabajo y en la docencia como Técnico Deportivo junto a Alberto Canapino, son las sólidas bases que hoy le permiten al nacido en Chacabuco ser la referencia en la categoría telonera del Turismo Carretera.

Craparo, que sumó su segunda victoria en la categoría, es otro de los pilotos que avanzaron, de manera firme, en la maravillosa escuela de la ACTC: obtuvo muy buenos resultados en su primera temporada en el TC Pista Mouras, hizo lo propio en el TC Mouras y hoy, candidato en el TC Pista, sueña con un futuro cercano en el que pueda codearse entre los mejores en La Máxima.