En el primer giro de la batería que abrió el domingo, Rossi no pudo ratificar el potencial de su auto porque perdió dos puestos: primero con Castellano, por el liderazgo, y después con Ardusso, quien escaló a la segunda colocación. En la apertura de la tercera vuelta, al final de la recta principal, el Ford que había hecho la pole position también cedió un puesto ante el arrecifeño Fontana, a bordo de la Chevy del equipo de Alifraco.
Castellano, con la Dodge de su propia estructura, se defendió con el acelerador cada vez que el Torino de Ardusso dio claras muestras de intentos de sobrepaso. Así, el nacido en Lobería, se adjudicó su triunfo en serie número 16 para hacer mucho más explícito aún su deseo de recuperar la cima del campeonato.
El ritmo del Torino de Alan Ruggiero, el representante del Sprint Racing, fue muy alto en la largada de la segunda serie, el momento en el que pudo establecer la diferencia que luego mantuvo, durante toda la batería, con respecto a Emiliano Spataro, su inmediato perseguidor.
Ruggiero marcó el mejor tiempo en dos de las cinco vueltas que duró la batería, lo que le permitió asegurarse largar desde el primer lugar en la final y, además, obtener su primer triunfo parcial en La Máxima.
Agustín Canapino, el actual campeón, supo cómo imponerse ante el asedio de Urcera en la largada. Y a partir de ese momento, la ambición del arrecifeño de Chevrolet fue ir en búsqueda de registrar la serie más rápida de las tres. Logró ganarla, pero no pudo concretar su deseo, ya que él mismo comentó que exprimió por completo el potencial de su auto aunque quedó lejos de los tiempos de Castellano y Ruggiero.
Ortelli, con el Chevrolet del JP Carrera, perdió su tercer lugar ante Ebarlín, el representante del Donto Racing, en el primer giro pero rápidamente se recuperó para volver a esa ubicación. Urcera, su compañero de equipo, no siguió el ritmo de Canapino y terminó apenas por delante del nacido en Salto.