Jeremías Olmedo estaba feliz al finalizar la décima fecha del Turismo Carretera en el autódromo de Buenos Aires y no era para menos. En su primer año dentro de la categoría consiguió entrar a la Copa de Oro.
Lo que tenía que hacer
El piloto salteño entendió como se corre la etapa y es como lo dice la palabra, siendo regular. En su primera final, en Viedma, terminó 15 y luego vinieron dos abandonos consecutivos que fueron en El Calafate y en Toay. A partir de ahí no paró más y apareció su primer gran resultado. Fue segundo en la fecha de Termas de Río Hondo. En el resto quedó, 18 en Córdoba, 16 en Posdas, 10 en Concepción del Uruguay, 13 en Villicum y 26 en Buenos Aires donde sufrió y debió sacar cuentas. Por un punto le ganó el último lugar de los clasificados a Matías Rossi.
Entre los no ganadores
Olmedo tiene que cumplir en estas cinco finales el primer objetivo y que es el de ganar una carrera. De los 12 clasificados, además del de Rosario de la Frontera, tampoco ganaron Marcelo Agrelo, Juan Martín Trucco, Julián Santero, Germán Todino, Valentín Aguirre, Santiago Mangoni y Christian Ledesma.
Su equipo
Jeremías forma parte del Moriatis Competición y corre con un Ford Mustang. Su motor es atendido por Julián Adamo y en la parte técnica están Diego Montero, Sergio Pendás y Luciano Bellini.