A pesar de la presión, De la Iglesia, el representante del Di Meglio Motorsport, largó muy bien ante Candela y supo cómo retener el primer puesto. Hasta ese momento, quien culminara delante de su rival sería quien se consagre.
En apenas dos giros, la promesa de lucha franca por la posición y el campeonato se cumplió: Candela atacó pero De la Iglesia, con autoridad, se defendió con eficacia.
En el cuarto giro, Matías Canapino, que llegó como líder de la Copa de Plata con el Chevrolet del Sportteam, hizo un trompo en la primera curva y empezó a perder posibilidades en su ilusión de la pelea por el título. Una vuelta después, por el abandono de José Rasuk, ingresó el auto de seguridad.
En el relanzamiento, De la Iglesia volvió a imponerse y retuvo el primer puesto. En la pelea por el subcampeonato, Iribarne comenzó a perder posiciones y Elio Craparo, con el Ford atendido por los hermanos Álvarez, trepó al cuarto puesto (ubicándose detrás de De Brabandere) y, provisoriamente, tenía en sus manos el pase al Turismo Carretera.
En el noveno giro, Candela dio el golpe: aprovechó un mínimo error del neuquino del Di Meglio Motosport, y saltó al liderazgo. Rápidamente la fórmula, entonces, cambió; Candela pasó a defenderse, con toda su experiencia, de la presión de De la Iglesia.
El final repitió la temática del desarrollo de la carrera, pero sobre el final quedaría un intento. En el último frenaje de la última curva de la Iglesia intentó por adentro, los autos se pusieron a la par y llegaron a la bajada de la bandera a cuadros casi en simultáneo en un final atrapante: apenas diez milésimas de segundo le permitieron a Candela, con el Ford preparado por la estructura de su familia, imponerse, consagrarse como el campeón del TC Pista y conseguir el pase al Turismo Carretera.
Detrás de De la Iglesia y de De Brabandere, los mejores diez puestos los completaron Elio Craparo (Ford), Ian Reutemann (Dodge), Otto Fritzler (Ford), Agustín Martínez (Ford), Augusto Carinelli (Chevrolet), Humberto Krusjoki (Chevrolet) y Sebastián Salse (Chevrolet), respectivamente.
Candela, que había ganado en la octava cita del calendario, sumó cuatro podios en la temporada y, a base de contundencia y constancia, pudo consagrarse luego de 55 carreras en la categoría.
El segundo pase al Turismo Carretera lo consiguió Federico Iribarne, el piloto del JP Carrera, que ganó la etapa regular con su Chevrolet y que en el campeonato general concluyó segundo luego de sumar 470,5 puntos.